Las Empresas de Servicios Energéticos (ESE) siguen creciendo en España y en Europa para dar servicio a todos aquellos negocios que quieren implementar proyectos de eficiencia energética.
La concienciación sobre el impacto del consumo energético sobre el medio ambiente, junto con el aumento incesante de precios y las ayudas públicas disponibles han hecho que miles de empresas de todo tipo decidan implementar medidas de eficiencia y ahorro energético. Esto convierte a las ESEs en un agente clave para garantizar el éxito de los proyectos de eficiencia energética.
Pero no todo es tan fácil. La falta de experiencia (o de recursos) y la creciente demanda pueden afectar a tu ESE y no permitirte llegar a tantos clientes como querrías. También puedes tener sorpresas una vez empieces a analizar un edificio, ya sea por diferencias en tus previsiones y en el consumo real, o en posibles problemas en las instalaciones de tus clientes.
¿Te ha ocurrido?
Para ayudarte a evaluar cada caso de manera rápida y fiable y a cerrar más proyectos, un sistema de gestión energética puede convertirse en tu gran aliado. Descubre en este artículo los tres pasos principales para ayudar a tu Empresa de Servicios Energéticos a reducir riesgos en tus próximos proyectos.
Paso 1: Análisis Previo y Auditoría Energética de tus Clientes Potenciales
Antes de ponerte en marcha con un proyecto, es necesario saber el punto de partida. Cuánto consume tu cliente, en qué áreas, cuáles son sus patrones de gasto, etc.
Para esto, lo más común es una auditoría energética. El único aspecto negativo de estas auditorías es la cantidad de tiempo que pueden requerir. Imagina que tu cliente tiene una cartera de 30 edificios repartidos entre varias provincias y tienes que visitarlos todos…
Por suerte, hay una manera mejor de llevarla a cabo que enviar a un profesional a cada edificio para monitorizar: La auditoría virtual a través de un sistema de gestión energética.
Un SGE como la Plataforma DEXMA puede hacer un análisis inicial del consumo del edificio, o edificios, que quieras evaluar. Así, podrás tener una primera visión para decidir en qué áreas actuar y qué medidas poner en marcha.
¿Lo mejor? Para llevar a cabo este análisis no necesitarás instalar medidores ni tecnología específica. Tu SGE puede tomar datos de cualquier fuente de información disponible (medidores existentes de electricidad o temperatura, o facturas, por ejemplo).
En el caso de la Plataforma DEXMA, el sistema comparará los consumos de tu cliente con otros edificios del mismo tipo almacenados en la base de datos. Edificios en similar zona geográfica, del mismo sector, con las mismas condiciones metereológicas o con patrones de consumo similares.
Esta evaluación se realiza a través de tecnología de monitorización de cargas no intrusiva (NILM en sus siglas en inglés) para una desagregación virtual. Sí, suena muy complejo, pero si eres profesional de la energía ya conoces esta terminología.
En esencia, significa que el sistema puede recoger los datos de los contadores eléctricos, por ejemplo, para identificar los dispositivos existentes y su consumo tanto a nivel global como individual. Y no solo eso, la plataforma DEXMA te propondrá informes sobre las medidas de ahorro que puedes empezar a implementar en base al estudio inicial.
Además, este análisis se puede hacer sin obligar a tu cliente (ni a ti) a comprometerse. Este paso te ayudará a evaluar a tu cliente inicial. Podrás identificar posibles riesgos y oportunidades en el proyecto para poder tomar la mejor decisión.
Paso 2: Definir la Línea Base Energética y tu Presupuesto
Una vez has podido tener una visión general de tu cliente y sus necesidades, llega el momento de plantearte el presupuesto y objetivos de ahorro energético. ¿Cuánto vas a cobrar? ¿Se ajustará tu idea inicial a las necesidades que debes cubrir? ¿Estará el presupuesto relacionado con la obtención de resultados? ¿En qué medidas te vas a enfocar?
Te harás estas y más preguntas.
Este será el momento de definir la línea base energética (baseline en inglés). Se trata del consumo “ideal” de un edificio, una proyección de cuánto debería consumir un edificio eficiente según sus características. Ésta puede calcularse en base a un modelo matemático o en base a rangos temporales, usando datos históricos de consumo y variables influyentes como la temperatura, los grados día…. Puedes encontrar más detalles sobre el cálculo de la línea base energética en este artículo. Pero ahora no nos entretendremos con eso, queremos seguir explicando cómo calcular esta base te ayudará a reducir riesgos en tus proyectos.
Sin conocer el consumo óptimo de un edificio o parte de él, será muy difícil evaluar tus resultados. Disponer de una línea base te ayudará a establecer objetivos, calcular ahorros potenciales y a monitorizar el proyecto de eficiencia energética.
El cálculo de la línea base es otra de las tareas que podrás automatizar si utilizas un SGE. El sistema te ofrecerá una serie de parámetros previamente establecidos, y podrás también simular varios escenarios de consumo para analizar las posibles opciones. En este caso, podrás introducir parámetros de consumo, meteorología, temporales, etc.
¿Se trata de un cálculo automático estandarizado? Sí y no. El SGE automatiza el proceso pero no ofrece una solución única. Podrás añadir elementos de importancia para tu proyecto para ajustar las previsiones a tus necesidades y a las de tu cliente.
La situación de tu cliente siempre puede cambiar, y factores externos como el clima afectarán a tu cálculo, entre otras cosas. Pero tener un baseline establecido y acordado con tu cliente te ayudará a ser más transparente y a acordar objetivos basados en un cálculo sólido.
Paso 3: Ejecución del Proyecto de Eficiencia Energética y Medidas de Ahorro
Ha llegado el momento de la verdad: el proyecto se pone en marcha y hay que demostrar la eficacia de las medidas y los ahorros generados.
En base a los parámetros definidos en los pasos anteriores, en este momento querrás medir el resultado de tus acciones y verificar si se están generando los ahorros que habías previsto.
¿Se cumplen? ¡Qué bien! No solo el proyecto está yendo como esperabas, sino que quizá tengas todavía margen para implementar otras mejoras.
¿No estás alcanzando los objetivos? No hay problema, si lo descubres a tiempo podrás reevaluar y analizar los datos para plantear alternativas o ajustes.
Para comparar tu consumo real con las proyecciones definidas anteriormente (baseline), y saber si alcanzas tus objetivos existen los proyectos de Medida y Verificación (M&V). Sin un SGE, puedes llevarlos a cabo utilizando Excel y hojas de cálculo. Es posible que hasta disfrutes del reto de hacer estos cálculos y evaluar los detalles manualmente. Pero si tienes más clientes y más proyectos que monitorizar, no darás a basto.
Por suerte, un sistema de gestión energética está pensado para ayudarte en esta tarea. A través del protocolo internacional IPMVP (International Performance Measurement and Verification Protocol), podrás verificar las medidas de eficiencia energética de tus clientes.
Podrás hacerlo de modo individual, para evaluar si una medida en concreto está funcionando, o en el conjunto del edificio. Dependerá de las necesidades de tu cliente y lo que hayáis acordado previamente. En este artículo tienes más detalles técnicos sobre los Proyectos M&V, la visualización de ahorros y los métodos de cálculo.
Una vez más, el SGE te ayudará a detectar tanto los éxitos como los fallos directamente, sin que tengas que esperar para evaluar tus resultados y el retorno de la inversión.
Si quieres conocer aún más sobre los beneficios de un SGE para tu Empresa de Servicios Energéticos, accede a la grabación de este webinar especial para ESEs. Descubrirás cómo utilizar un SGE en las diversas fases de tus proyectos, y cómo implementarlo.