El sector inmobiliario emplea desde hace años una serie de certificaciones de sostenibilidad, calidad y eficiencia energética para catalogar el parque inmobiliario y destacar los edificios mejor valorados.
Poder catalogar las carteras de edificios según sus credenciales “verdes” es muy útil a la hora de posicionarlos mejor en el mercado de venta y alquiler, así como para atraer inversión. Estos certificados tienen un carácter voluntario, pero otorgan una reputación y un valor añadido a tus edificios y a tu organización.
Además, en el contexto de concienciación por el respeto al medio ambiente y de reducción de emisiones, los profesionales inmobiliarios no pueden quedarse a un lado. Los edificios requieren mucha energía y contribuyen a la emisión de gases contaminantes, por lo que cada vez es más importante medir, analizar y controlar esta información.
Con estos objetivos, existen diversas certificaciones internacionales que establecen marcos comparativos en el sector inmobiliario y real estate. Las principales son las BREEAM, LEED y WELL, aunque también existe en España la certificación Verde.
En artículos previos hemos hablado de estas certificaciones de sostenibilidad en edificación. Ya las hemos definido y explicado su origen, pero en esta ocasión nos centramos en los aspectos energéticos de cada una, para que puedas focalizarte en ellos cuando des el paso hacia la certificación.
En este artículo profundizamos sobre los requisitos energéticos de estas certificaciones de sostenibilidad. Analizamos una por una las certificaciones y el peso de la gestión energética en el resultado.
Las certificaciones de edificación sostenible miden aspectos muy variados de los edificios, desde el diseño inicial a los materiales utilizados en construcción, el suministro de energía o la conectividad del edificio.
Cada certificación tiene sus particularidades, pero la energía es un factor común en todas ellas. Tanto si estás construyendo un nuevo edificio, como si quieres mejorar el rendimiento y la calificación de tus inmuebles existentes, en DEXMA queremos ayudarte a que obtengas la mayor puntuación en el ámbito de la gestión energética.
Gestión Energética en BREEAM
La certificación BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Method) es probablemente la más conocida. Y no es para menos, ya que más de 500.000 edificios están certificados en todo el mundo, y su certificado es un sello de calidad en el sector inmobiliario.
Esta certificación evalúa 10 puntos principales, incluyendo materiales empleados, residuos del edificio e innovación. De estos 10 puntos, 5 tienen relación directa o indirecta con la gestión energética:
- Salud y Bienestar. Este punto evalúa áreas como el confort térmico y la calidad del aire para los usuarios finales del edificio.
- Energía. Utilización de energías renovables, equipos de bajo consumo, medición inteligente y existencia de un sistema de monitorización y control.
- Agua. Reducción del uso de agua y reutilización.
- Contaminación. Incluye las emisiones de carbono, directamente relacionadas con el uso de energía y medibles con un SGE gracias a las calculadoras de CO2.
- Innovación. Esta categoría es actualmente la más flexible de todas. Se estudian caso por caso las características del edificio. El uso de un sistema de gestión energética como la Plataforma DEXMA, así como su integración con otros sistemas digitales, pueden añadir puntos a tu evaluación, ayudándote a lograr un mejor resultado.
Como ves, existen muchas subcategorías en BREEAM y puede resultar un poco abrumador. Pero como todo, un paso detrás de otro. La evaluación de BREEAM no es simplemente un aprobado o suspendido. Existen unos baremos mínimos que hay que cumplir, y cuántos más puntos se cumplen, mayor el reconocimiento: Bueno, Muy Bueno, Excelente y Excepcional.
Así que ya ves, invirtiendo tiempo en medidas de eficiencia energética y un sistema de gestión energética, puedes ir sumando puntos a tu resultado para obtener tu certificación BREEAM.
Gestión Energética en LEED
La certificación LEED es la más centrada en eficiencia energética y la reducción de emisiones. Su nombre original en inglés, Leadership in Energy and Environmental Design, se traduce como Liderazgo en Diseño Energético y Medioambiental.
Desde una perspectiva de respeto al medio ambiente, sus parámetros se centran en la eficiencia energética, incluyendo el uso del agua, la calidad del aire y las emisiones de CO2, y el uso de energías renovables para abastecerse. En 2021, España era el octavo país del mundo con más certificaciones LEED.
El 35% de la puntuación de la certificación LEED está directamente relacionada con el cambio climático. Así, medidas de eficiencia energética, los edificios de consumo casi nulo (nZEB), de los que hablamos recientemente, e incluso estrategias de autoconsumo energético te darán puntos en la evaluación.
La certificación LEED tiene en consideración aspectos de la construcción, mantenimiento e incluso demolición de los edificios. Además, va más allá del inmueble únicamente, ya que también evalúa aspectos que contribuyen a la emisión de gases como el transporte que se utiliza para llegar al edificio o el acceso a transporte público.
Aunque parezcan demasiados aspectos para tener en cuenta en una sola certificación de sostenibilidad, existen requisitos específicos para cada proyecto. Los requisitos se ajustan según si se trata de diseño y construcción de un edificio nuevo, el mantenimiento de un edificio existente, su demolición, o aplicado al desarrollo urbano.
En edificios existentes, para obtener el sello LEED tendrás que presentar información sobre el rendimiento del edificio y la monitorización de consumos. La información original sobre diseño como los planos o suministros no se puntúa, sino el funcionamiento real del edificio y las medidas de control existentes.
Gestión Energética en WELL
La certificación WELL pone más énfasis en la salud y el bienestar de los usuarios que en los componentes técnicos de la edificación. En su definición, explican que se centran en la filosofía “people first”, la gente primero, para diferenciarse de otro tipo de certificaciones y estándares de calidad.
De modo similar al BREEAM, su evaluación tiene 10 áreas diferenciadas: aire, agua, alimentación, iluminación, movimiento, confort térmico, sonido, materiales, mente y comunidad.
Al menos la mitad de estos elementos están relacionados con la gestión energética inteligente y puedes monitorizarlos a través de un Sistema de Gestión Energética:
- Ventilación y control de sistemas de refrigeración
- Gestión del uso de agua
- Calidad de la iluminación, ajuste en base a los ritmos circadianos y control individualizado
- Control de humedad, confort térmico y monitorización contínua
- Monitorización de emisiones
Como en la certificación LEED, para obtener la certificación WELL en tu edificio deberás probar claramente su rendimiento y mostrar claras evidencias de cada aspecto a evaluar.
Si tienes un Sistema de Gestión Energética como la Plataforma DEXMA, podrás controlar los consumos y realizar la monitorización contínua que requiere esta certificación. Podrás hacer seguimiento y ofrecer información concreta y comprensible al profesional asesor para ganar los máximos puntos posibles en la evaluación.
Certificación Verde del Green Building Council España (GBCe)
El Consejo para la Edificación Sostenible en España (o Green Building Council España, como se hacen llamar comúnmente) creó la Certificación Verde del GBCe en 2010. Esta certificación se ha desarrollado en línea con la normativa europea y con el Código Técnico de la Edificación en España.
Esta certificación se basa en 5 P: Planeta, personas, prosperidad, paz y pacto.
En la práctica, los puntos claves en gestión energética para obtener esta certificación son la eficiencia energética, el origen de la energía consumida, la calidad del aire y la iluminación y la existencia de sistemas de monitorización.
En este último caso, si tienes herramientas como un BMS, GMAO o SGE en marcha en tu edificio ya estarás avanzando en el proceso. Disponer de estas herramientas y de datos fiables para corroborar tus esfuerzos en ser más sostenible y eficiente te ayudará a puntuar alto en la evaluación para obtener tu certificación Verde.
Certificado de Eficiencia Energética en la Unión Europea
Por último, hacemos una breve mención al certificado de eficiencia energética de la Unión Europea. Seguro que has visto mil veces los gráficos de eficiencia energética en los que, de la A a la F, se califican los edificios según su consumo energético y sus emisiones de CO2.
Esta certificación es distinta a las demás, ya que no se trata de una certificación opcional, sino de un requisito si quieres alquilar o vender tu inmueble. Además, es un proceso más rápido de certificar y se refiere exclusivamente a la energía y emisiones.
Esta calificación es un baremo estándar para comparar tus edificios según su rendimiento energético. Cada vez más, tus clientes se interesan por ellas, y es posible que descarten inmuebles con una calificación muy baja. El carácter obligatorio de esta “etiqueta” puede empujar a propietarios a realizar mejoras en sus inmuebles para tener mejor calificación y así hacerlo más atractivo a compradores, inquilinos o inversores.
Ya has repasado las principales certificaciones de sostenibilidad y eficiencia energética en tu sector. Ahora, ¿te estás planteando obtener alguna de ellas? Según las necesidades de tu negocio o tu preferencia, estarás considerando una certificación u otra…
En cualquier caso, ponte en contacto con nosotros si necesitas más información. Estaremos encantados de explicarte los beneficios de un Sistemas de Gestión Energética para gestionar tu energía y para extraer informes y conclusiones para los procesos de certificación.
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