Ya ha llegado la fiebre olímpica. Con cada edición de los juegos vemos cómo las ciudades intentan subir el listón en sostenibilidad y eficiencia energética. Hoy repasamos las dos ediciones anteriores (Londres y Pekín) y lo que podemos esperar de Rio 2016.
La Energía y las Olimpiadas
Ya ha llegado ese momento. Mallas de lycra, super humanos que llevan la antorcha y se reúnen en una gran ciudad. Los límites de lo físico y lo psicológico llevados al límite.
¡La fiebre olímpica ha llegado!
Las olimpiadas no son sino energía. Desde su símbolo – la llama olímpica – a la energía de los atletas rompiendo récords. La energía de los espectadores, animando a sus compatriotas. Años de energía planificando y preparando uno de los mayores eventos deportivos del mundo. Y el impacto energético que un evento de este tamaño tiene en nuestro planeta.
Los Juegos Olímipicos necesitan para su celebración una increíble cantidad de energía. Se espera que en Río 2016 se utilicen 29,5 GWh de energía, 5,6 millones de litros de combustible y se generen unas 3,6 millones de toneladas de CO2. El doble de CO2 de lo que la ciudad de Río de Janeiro produce en un mes normal de actividad (1).
Las luces, la ceremonia de apertura de la que disfrutamos el pasado viernes, las retransmisiones de medios de comunicación, el transporte de la gente que viaja a ver los juegos y los deportistas…
En 1994 el Comité Olímpico Internacional (COI) estableció la Comisión de Deporte y Medio Ambiente y el respeto al entorno se convirtió en la tercera dimensión del olimpismo, junto al deporte y la cultura. Es uno de los criterios de evaluación para decidir dónde se realizarán los próximos juegos.
Con cada edición de los juegos vemos cómo las ciudades intentan subir el nivel en sostenibilidad. Hoy hablaremos de las dos últimas ediciones, Londres y Pekín, y de lo que puede pasar en Río, con toda la controversia y polémica que ya ha surgido sobre este tema.
Londres 2012: “Los Juegos Más Ecológicos de la Historia”
Los juegos de Londres 2012 fueron los más verdes de la historia, con un gran éxito en la reducción de la huella de carbono del evento, y una reducción del consumo energético total del evento del 20%. Aunque se quedaron cortos en otros aspectos, como por ejemplo sus objetivos de uso de energías renovables.
Un Sistema de Gestión Energética Olímpico: para los juegos de Londres el proveedor oficial de energía, EDF creó junto a Applied Works un cuadro de mando en el que se podía ver en directo el uso de energía (lo llamaron «Visi»).
Este cuadro de mando estaba disponible para todo el público. Mostraba la energía total consumida, el impacto de la climatología y destacaba aspectos de diseño sostenible, como el impacto de la ventilación natural en el consumo y los costes.
Es un impresionante ejemplo de cómo convertir millones de datos en una interfaz de usuario dinámica, atractiva y que tanto los gestores energéticos como el ciudadano de a pie lo pudieran entender:
Visi. Fuente.
El velódromo, la pista cubierta de ciclismo, fue el lugar más eficiente en términos de energía de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. En él se aplicaron diseños innovadores en los que los arquitectos aplicaron ideas inspiradas por las bicicletas: «la ergonomía de este objeto, aplicada a la eficiencia». Se maximizó la ventilación natural y la entrada de luz natural para conseguir una mejora del 31% en eficiencia (frente al estándar de este tipo de edificios).
Si te interesa el tema, te recomendamos que eches un vistazo a la película London 2012 Energy. Un corto sobre el papel que la energía y las operaciones de eficiencia tuvieron para apoyar los Juegos de Londres.
Pekín 2008: “Verdes y Sostenibles”
Pekín afrontó una dramática remodelación para preparar los juegos. Debían reducir su dependencia del carbón y mejorar la calidad del aire. Una gran tarea, sobretodo si pensamos en que es una de las ciudades con mayor polución del planeta.
En la carrera hacia los JJOO se llegaron a cerrar fábricas y se reforzaron las emisiones de carbono. Se multiplicaron los controles de tráfico que quitaron de las carreteras a la mitad de los coches.
Aunque los juegos de Pekín tuvieron muy mala prensa en cuanto a la sostenibilidad (incluso se les acusó de ser los “juegos con mayor polución”, fueron un éxito y alcanzaron muchos de sus objetivos medioambientales.
Por ejemplo, mejoraron la eficiencia energética y supusieron una transición hacia energías más limpias y renovables (el 20% de la energía de los lugares de celebración de los juegos provenía de renovables).
Nuevos estándares de eficiencia energética se implementaron para todos los edificios de nueva construcción. La Villa Olímpica utilizaron la mitad de la energía que edificios similares en Pekín y fueron el ejemplo a seguir para el resto de la ciudad (y del país).Las oficinas gubernamentales van a la cabeza en cuanto a conservación de la energía y como resultado de estas medidas, el consumo energético de Pekín ha disminuido significativamente. El «Cubo de Agua», el centro nacional de deportes de agua, es un ejemplo de edificación sostenible. El edificio se cubre con burbujas de plástico que absorben la luz natural y calientan la piscina, reduciendo el consumo energético en un 30%.
Fuente: UNEP Independent Environmental Assessment Beijing 2008 Olympic Games
Pekín y sus políticas medioambientales serán de nuevo el foco de atención ya que se organizarán allí los Juegos de Invierno en 2022.
Energía y Sostenibilidad en Río 2016
Cuando los Juegos Olímpicos fueron asignados a Brasil en 2009, afirmaron que llevarían a cabo unos juegos verdes para el planeta azul. Sin embargo, parece que han fallado al a hora de cumplir sus promesas.
Las preparación de Río 2016 ha estado llena de controversias y reveses. En Diciembre, el proveedor de energía Aggreko se retiró, siendo uno de los mayores golpes para los organizadores y Río 2016 no pudo cumplir la fecha que acordó para encontrar un proveedor de energía limpia.
Las Olimpiadas parecen haber actuado como catalizador para sacar adelante proyectos de grandes infraestructuras en Brasil y para fijar una fecha en la que se debería mejorar la red energética y los transportes del planeta. Pero en el caso de Brasil, mejorar el suministro de energía supone un gran coste personal. La consturcción de la presa Belo Monte, la tercera presa hidroeléctrica más grande del mundo, ha estado llena de polémica por las acusaciones de violar los derechos de las comunidades indígenas.
En términos de polución, parece que Río 2016 serán los segundos juegos en términos de contaminación del aire. Después de Pekín, y ha hay preocupación por la calidad del agua de la bahía de Guanabara, lugar donde se celebrarán los eventos de remo y navegación.
La sostenibilidad fue uno de los temas de la ceremonia de apertura, pero la preocupación por el medio ambiente parece baja, fue más bien un reflejo de las condiciones económicas del país.
Los Campeones (y los perdedores) de las Medallas de la Sostenibilidad
Los Juegos Olímpicos pueden suponer un importante reto en términos medio ambientales y un nada desdeñable desafío para el consumo energético, las emisiones de carbono y la polución. La sostenibilidad es cada vez más relevante para la organización y los que siguen este evento a nivel mundial.
Al margen de las gestas deportivas, vamos viendo y seguiremos viendo cómo las olimpiadas son una oportunidad para que el país que las alberga rompa los límites en cuanto de la eficiencia y la sostenibilidad. Con toda la atención del mundo puesta en una ciudad, hay presión para que ésta también muestre sus iniciativas más «verdes». Veremos innovación en construcción sostenible y en gestión energética, que después podrá ser aplicada a edificios de todo el mundo.
Estas preocupaciones no solo afectan o preocupan a las figuras deportivas, sons problemas con los que los ciudadanos brasileños deben vivir cada día. Las Olimpiadas han centrado la atención en los desafíos que no solo Brasil, sino todo el mundo, debe superar.
¿Quieres recibir nuestros próximos artículos en tu email? Suscríbete al blog: